Blog de Marina

Monday, February 11, 2019
¿Cómo ejercer la autoridad con los hijos?
¿Cómo puedo hacer para que mi hija respete mi autoridad? ¿Qué puedo hacer si no quiere dormir en su cuarto y solo quiere dormir en nuestra cama? ¿Cómo puedo hacer para que no le pegue a su hermano? ¿Qué puedo hacer si mi hijo adolescente no respeta las reglas que le ponemos?
Entre ellas llegar a la hora que se le indica, no tomar en las fiestas, estudiar o simplemente no usar su celular en la mesa. ¿Cómo establecer reglas con un hijo adulto que vive en casa y no respeta las normas de convivencia y me hace saber que ya no es un niño para que le controle?
Cada una de las situaciones expuestas son muy familiares quizá para usted y para muchos y aunque cada una de ellas es diferente todas se refieren a una misma realidad que se llama manejo de la AUTORIDAD. No creo que nadie tenga la respuesta correcta para cada una de estas situaciones en particular pero quizá sí es claro que la pregunta correcta ante ellas es una sola:
¿Cómo hago para ejercer la autoridad con mis hijos?
Los padres en el pasado simplemente hubiesen impuesto la autoridad como padres y con solo una mirada o un guiñar el ojo los hijos hubiesen acatado la orden sin cuestionar, probablemente no por convicción sino porque simplemente representaban la AUTORIDAD, una autoridad que se respetaba por lo que representaba y que por el lugar que tenía.
No quiero entrar en el dilema de que si hoy o ayer era mejor en la relación padres e hijos pero si quiero reflexionar sobre la diferencia entre ellas. Esto no tiene nada que ver con el mundo actual, la tecnología, las redes sociales ni creo que sea una cuestión de los hijos de hoy. Esto tiene que ver para mi con el ROL que se ha perdido en cuanto a la figura de autoridad como padres.

¿Qué es lo que limita a hacer valer la AUTORIDAD?
Yo creo que en muchos casos es el MIEDO a ejercer la autoridad y sus consecuencias. Hay duda de qué es lo correcto porque hoy suele ser muy relativo, hay inseguridad a la hora de actuar pues no se sabe si se esta siendo demasiado fuerte o quizá demasiado suave, no hay claridad a la hora de poner las normas.
Hay un miedo a equivocarse, a no hacerlo bien, miedo a que se enoje, a que se forme un conflicto, o a que haga un berrinche, les da lástima que sufra, o que se vaya de casa, hay miedo a perder el vínculo, miedo a perder el control, incluso miedo a ser juzgado por quienes les rodean.
Son sus miedos los que limitan su capacidad de ejerce la autoridad, es esto lo que ha creado padres permisivos, padres inseguros, poco firmes y demasiado complacientes, padres que se ponen tanto en los zapatos de sus hijos que pierden los suyos. Padres que se caracterizan por largas explicaciones y sermones por cada orden o dirección que dan a sus hijos, padres que abren la puerta con facilidad para argumentaciones, apelaciones, y hasta presiones para cambiar su punto de vista.
“La autoridad se manifiesta
en el respeto a ti mismo y hacia los demás”
Los hijos de hoy son definitivamente más hábiles que usted para cuestionar su autoridad y quizá a usted le falta seguridad para asumir el rol que le corresponde. He visto niños de dos años hacer que sus padres hagan lo que él quiere, come lo que quiere, duerme cuando quiere y una hermosa sonrisa en su rostro termina llevándolos a los dos a dormir a su lado. Todos sabemos que esta es una irresistible invitación, sin embargo lleva implícito un mensaje que más tarde será difícil cambiar: ¨aquí se hace lo que yo quiero¨.
Entonces ¿que significa autoridad?
Lo que NO significa es violencia, ni autoritarismo, ni imposición, ni presión. Para ejercer la autoridad no se requiere de un manual, ni un entrenamiento online, usted no necesita ir a la escuela para aprender a ejercer la autoridad con sus hijos, todo esto puede ser muy buena información complementaria, pero lo que usted necesita es saber como respetarse a sí mismo, reconocer cuál es su lugar, saber lo que vale y hacerlo valer.
Usted debe reconocer que su rol no es complacer a su hijo ni hacerse cargo de su felicidad y que parte de su rol implica tomar decisiones y afrontar el MIEDO a fallar. Es estar dispuesto a asumir las consecuencias, saber que será cuestionado y juzgado, pero que esto es parte de la tarea de formar y educar.
Ejercer la autoridad es parte de esta relación interpersonal que suele ser dinámica, es un estira y un encoje. Habrá momentos de crisis y de conflicto pero su firmeza, su claridad en el darse a respetar y sobre todo su buena intención siempre deben prevalecer.
Parte de la formación en los hijos es aprender a aceptar un NO sin tener que dar una larga explicación. Saber decir NO es un desafío, es tan simple como un monosílabo pero debe ir cargado de convicción. Cuando se da un NO al otro antes debió haber sido un no para usted. Un NO, no deja una puerta abierta a un tal vez quizá o podría ser.
"Una persona logra tener autoridad
cuando sus acciones van acorde con sus valores"
Estamos frente un mundo relativo y en un ambiente confuso donde las figuras de autoridad han perdido respeto precisamente por su falta de coherencia entre lo que creen y lo que hacen. Usted debe ser un modelo de AUTORIDAD para sus hijos, una autoridad ejercida por una figura que es coherente entre lo que hace y lo que cree.
Una figura de autoridad que sabe cuál es su rol, sus deberes y sus derechos y los asume con responsabilidad y seguridad, una figura que es capaz de darse a respetar sin recurrir a la violencia, que es claro en su comunicación y firme en sus creencias, que sabe lo que quiere y lo sabe hacer saber, que es capaz de escuchar sin que esto signifique cambiar de opinión, que puede ponerse en los zapatos del otro sin perder el suyo.
Pero sobre todo alguien que esta dispuesto a enfrentar el miedo, alguien que confía en sí mismo y se arriesga a fallar, a perder, a no ser aceptado y a ser cuestionado por los demás. Ese alguien que es consciente que su rol de padre o madre es el de corregir, dirigir, guiar, acompañar y también poner los limites necesarios para ir moldeándole en el camino.